Collahuasi busca extender su vida por 20 años.
El proyecto más cuantioso en tramitación ambiental
Collahuasi: La minera que busca extender su vida en plena discusión del royalty
(La Segunda)
A pesar de la inquietud de la industria, la empresa busca alargar sus operaciones por 20 años. Ahora enfrentará un proceso de consulta indígena.
En tiempos de inquietud para la industria, donde las mineras discuten un proyecto de royalty a sus ventas y ad portas de que finalice la invariabilidad tributaria del sector, la segunda productora de cobre del país busca extender su vida hasta 2040.
La Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi está situada a 4.400 metros de altura, en el altiplano de la región de Tarapacá. Sus accionistas son AngloAmerican (44%), Glencore (44%) y Japan Collahuasi Resources (12%) y su presidente ejecutivo desde 2012 es Jorge Gómez Díaz (en la foto), ingeniero en minas con pasado en Codelco y en Antofagasta Minerals.
Según un documento enviado al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), donde tramita su permiso, el gerente de Medio Ambiente de la minera, Héctor Lagunas Beltrán, explicó que 'el objetivo principal del proyecto es asegurar la continuidad de las operaciones de Collahuasi por un periodo estimado de 20 años, mediante la mejora de la capacidad de procesamiento de minerales sulfurados de 170 a 210 mil toneladas día (...) Además, el proyecto incluye una fuente hídrica complementaria por medio de la construcción y operación de una planta desaladora de agua de mar en el sector de Puerto Collahuasi'.
La iniciativa es vista con interés a nivel político y económico, ya que de no lograr su continuidad, correrían riesgo 19 mil empleos directos e indirectos. De acuerdo a un estudio de la consultora británica Corporate Citizenship, durante el ejercicio 2020 la estimación de impacto de Collahuasi en la economía nacional marcó un récord, con US$4.777 millones, equivalente al 1,9% del PIB nacional y al 49,6% del PIB regional de Tarapacá.
'Un proyecto de esta envergadura, aunque sea una expansión y no un proyecto nuevo, ayudaría a mantener la competitividad de la industria chilena de cobre, tiene un potencial muy grande y sus reservas son de gran calidad', comenta el director de la consultora Plusmining, Juan Carlos Guajardo.
En la misma línea, el profesor de Ingeniería de Minas de la Universidad Católica Gustavo Lagos sostiene que el peso especifico de Collahuasi transciende al país, dado que cuenta con una de las reservas de cobre más grandes del planeta, con 9.849 millones de toneladas disponibles.
'En términos de producción, es la segunda faena más importante de Chile después de Escondida y está entre las cinco minas más importantes del mundo. Collahuasi además tiene una particularidad: pertenece a dos compañías y tiene una administración que es independiente, y eso se hace sentir en su marca, porque ha tenido una política muy dirigida hacia la región pero también a nivel nacional', sostiene Lagos.
Según estadísticas de Cochilco, en febrero Escondida lideró la producción de cobre con 81.600 toneladas, seguida por Collahuasi con 52.800 toneladas.
Los trámites de un proyecto caro
Actualmente en el SEA se tramitan 15 proyectos mineros por US$9.882 millones.
Collahuasi invertirá en su proyecto de continuidad operacional US$3.200 millones y es la iniciativa más cuantiosa en búsqueda de permiso. Más atrás le siguen Los Bronces Integrado, de Anglo American en la Región Metropolitana (US$3.000 millones), y el proyecto de adaptación de Los Pelambres, de Antofagasta Minerals (US$1.000 millones).
El cronograma original del proyecto preveía que entrara en operación en enero de 2021. Sin embargo, aún se encuentra en plena tramitación y ha tenido que sortear una serie de etapas imprescindibles antes de iniciar sus faenas. Debió desarrollar un Proceso de Participación Ciudadana (PAC) con vecinos de Pica, Pozo Almonte, Iquique, Alto Hospicio, María Elena, Sierra Gorda y Antofagasta. Y ahora se encuentra en un Proceso de Consulta Indígena (PCI), instancia de diálogo con una serie de comunidades aymarás que se encuentran en el área de influencia de la minera. Por causa de la pandemia, muchas de estas reuniones se han debido realizar de manera remota por el SEA.
'El proyecto ‘Desarrollo de Infraestructura y Mejoramiento de Capacidad Productiva de Collahuasi' se encuentra en proceso de evaluación en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), y respecto a su consulta es importante destacar que cualquier proceso de Consulta Indígena efectuado en el marco del SEIA debe realizarse en acuerdo con la comunidad indígena, ya sea presencial o a distancia, siempre adoptando todas las medidas necesarias para proteger la salud de las personas y en concordancia con lo indicado por la Autoridad Sanitaria', dice Hernán Brücher, director ejecutivo del SEA.
Adicionalmente, Collahuasi deberá responder 110 observaciones presentadas por distintos servicios públicos. La gran mayoría son de carácter hidrogeológico donde la autoridad les pide más detalles sobre posibles impactos en flora y vegetación. Precisamente en esa materia, la minera enfrentó inconvenientes en 2017, cuando la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) levantó cargos contra la minera por el 'incumplimiento al monitoreo de avisafauna y el traslado de puntos de captación de aguas subterráneas en la Cuenca Coposa. A ello se suma la ausencia de información en el seguimiento de la calidad de aguas y bofedales', según el expediente. Luego Collahuasi presentó un programa de cumplimiento para evitar una multa cercana a los US$65 millones.